Rocío y Juan se subieron al crucero de ‘First Dates’ para encontrar el amor, pero su cita fue un fracaso desde el principio: no conectaron y, además, no pararon de lanzarse pullitas durante toda la cena.
Rocío tiene 47 años y mucha confianza en sí misma: “Soy un pibón, yo lo valgo”. Se considera una persona con mucha energía y, a la vez, muy espiritual. Por eso parecía que su conexión con Juan, un enamorado de la astrología de 52 años, estaba cantada. Pero no. “Creo que me esperaba algo más, porque yo lo valgo. Muchísimo más, a todos los niveles”, opinó Roció de su cita nada más verle.
Juan intentó entablar conversación con Rocío al poco de conocerse, cuando aún no se habían sentado a cenar, y le preguntó que cómo es que le había dado por subirse al crucero de ‘First Dates’. La respuesta de ella le dejó alucinado: “Yo chicos los tengo a patadas, pero no puedo entregarme a cualquiera porque siempre profundizo y mi lado espiritual es el que más prevalece en mí”.
La cena estaba siendo muy incómoda y ambos lo sabían. Por eso Rocío no quiso dejar lugar a dudas y le espetó a su cita: “Te lo digo de antemano. Amor, no. Como pareja no me veo”. A Juan no pareció importarle, aunque Rocío no lo veía de la misma manera: “Yo creo que a Juan sí le he gustado. Otra cosa es que le haya dado en todo el ego…”.
El punto cumbre de la tensión llegó cuando Rocío le explicó a su cita por qué no creía que tuvieran futuro juntos: “Me veo muy jovencita para ti”. La cara de Juan no tiene desperdicio y tiró de ironía para salir del paso. A pesar de ello, Rocío seguía en sus trece: “Anda, que le he metido cada ‘zasca’ al experimentado… Porque yo hablo siempre desde el corazón”.