Javi y Rubén se han gustado físicamente y han intentado por todos los medios seducirse, pero ni con los trucos de ‘mocatriz’ del valenciano han conseguido que saltara la chispa. Su historia de amor es más difícil que Javi cumpla su sueño de ser fallera mayor de Valencia.
Aunque físicamente se han gustado y han intentado que su cena fuera una cita romántica en alta mar, la cosa entre Rubén y Javi no estaba funcionando, y el valenciano ha querido usar una de sus armas de ‘mocatriz’ para seducirle: se le ha llevado al karaoke.
Rubén no es ni de beber ni de bailar ni mucho menos de cantar, pero se ha dejado llevar y ha flipado al ver que su cita pedía el tema ‘Taberna de Buda’ de Café Quijano y le cantaba cómo si no hubiera un mañana.