Ana María fue la primera en llegar al restaurante y Carlos Sobera, al recibirla, destacó su elegancia natural. Mientras esperaban a José Luis, Sobera le dijo a Ana que le avisara si le gustaba su cita. Pero debían hacerlo de forma discreta y sin que el implicado se enterara, por lo que acordaron que lo mejor era con un beso al presentador.
Cuando llegó José Luis, él y Ana María se sentaron en la mesa y empezaron a hablar. Parecía que todo iba bien, pero Sobera quería asegurarse. Por eso se acercó a ellos y le dijo a Ana María si le daba un beso… lo que ella hizo sin dudar. José Luis puso cara de no estar entendiendo nada de lo que estaba pasando y Sobera salió del paso con un comentario que pretendía calmar al invitado… aunque no sabemos si lo logró.