Romano Aspas esperaba encontrar en el crucero de ‘First Dates’ a una chica “fantástica y llena de vida” con la que compartir su camino. Afirma que le suelen confundir con Julio Iglesias, con Raphael… e incluso con Rafa Nadal: “Todos somos hijos de las estrellas”.
Su cita fue Ana Dubai, una mujer enamorada del lujo y de las marcas: “Vivo la vida a tope. (...) En el amor no me ha ido bien, pero el problema lo tienen ellos, se dejan. Yo soy siempre de arreglarme, ellos se dejan”.
Cuando se conocieron, la primera impresión de Ana no fue buena: “Pensé que era un friki…” ¿Cambiará Ana de opinión?
Ana le preguntó en varias ocasiones a Romano por su edad, pero él no dejó de darle largas. Cuando ella insistió, su respuesta fue: “No te lo he dicho porque es algo de lo que no hablo, ya te lo he dicho, porque soy un alien”. La cara de Ana era un cuadro, como cada vez que él hacía referencias a su faceta extraterrestre.
Además de su edad, otra gran incógnita para Ana es saber a qué se dedica Romano. Lo pudo descubrir después de la cena, cuando él se subió a un escenario y se puso a cantar. “Decidí espontáneamente regalarle mi música y mi amor universal”, dijo a cámara Romano. A pesar de que él pensaba que era un detallazo, Ana Dubai no lo vio así: “Me daba la risa de lo que estaba escuchando, no canta ni bien”.
La decisión final parecía clara, al menos para Ana. Cuando le preguntaron si quería seguir conociendo a Romano, rápidamente se negó: “No voy a seguir navegando con este hombre (…) Sigue en tus galaxias, hijo”.