Julián y Mari acuden al restaurante del amor para encontrar una buena amistad o lo que surja. Para él, su cita tiene que ser un V8, una mujer con mucha potencia y a la que todo el mundo se le quede mirando. Ella tiene potencia de sobra y lo ha demostrado con creces en su cita.
"¿A qué te dedicas?", ha querido saber él. Cuando ella le ha explicado su trabajo él ha querido saber más. "¿Entonces estás acostumbrada a tratar con medicamentos?". "Bueno, con lo que más tratamos es con el plasma, con la sangre de los clientes", ha detallado ella.
"O sea, que tratas con plasma, entonces te quedaste plasmada al verme", ha bromeado él sin conseguir hacer reír a su cita. "Me he quedado cortada", ha confesado ella. Las cosas han cambiado cuando la pareja ha desatado su pasión en la pista de baile, donde han conectado a la perfección.