Rubén y Dani se han gustado y aunque en su cita se han encontrado con varios obstáculos que les podían separar, han conseguido seguir hacia delante. Sin embargo, cuando han comenzado a hablar de ideologías policitas, la cosa ha comenzado a hacer aguas.
Dani se ha presentado como un chico de centro derecha, conservador y al que le gustaba “el producto español”. Cuando le ha preguntado a Rubén por sus afinidades políticas se ha encontrado con un hombre apolítico, pero con ciertos valores muy claros. Rubén le ha contado que a él le encanta Isabel Díaz Ayuso y “soy del PP, pero si me aprietas Vox tampoco me disgusta”.
Rubén no entiende mucho del tema, pero ha sentido que las ideologías de Dani chocaban con los derechos de los homosexuales y no ha dudado en decírselo. Lo que no esperaba es que él le dijera que sentía que vivíamos con “mucho libertinaje”, que lo de que dos hombres fueran padres no lo entendía “¿Dónde está la figura materna?” y que aunque él podía respetar todo, el tema de la Ley Trans lo veía un poco “antinatural”.
Rubén ha respetado sus pensamientos, pero le ha dejado claro que él no pensaba lo mismo y que si algo tenía claro en esta vida era que había que respetar y aceptar la forma de ser y vivir de todo el mundo.