España en pentacampeona de Europa. Los de Luis de la Fuente han logrado superar a Alemania (2-1) en la final del Europeo Sub21 en un partido que ha servido como venganza tras la derrota ante los germanos hace dos años. Una victoria con la que España logra su quinto título de Europa Sub21 igualando a Italia como los países que más veces han ganado este torneo.
Era un partido muy esperado por todos y arrancó de una manera especial. El árbitro recogió el balón de un coche teledirigido que se cruzó el campo y que dejó anonadados a los futbolistas de ambos equipos que no daban crédito con lo que estaban viviendo. Con ese mismo esférico ya rodando por el césped de Estadio Friuli de Udine, eran los nuestros los que comenzaron controlando el partido, mientras los alemanes esperaban en mitad de campo.
Tanta era la superioridad que a los siete minutos llegaba el primer gol del encuentro. Fabián Ruiz, uno de los más destacados en el torneo, recibía un balón de Oyarzabal en la medular, se marchaba en velocidad y colocaba su disparo a la cepa del palo. Imposible para Nübel. Un nuevo golazo para el futbolista del Nápoles que dejaba su sello en la final del Europeo.
Pero este gol no hizo nada más que despertar a los alemanes, que empezaron a protagonizar sus primeras ocasiones. Henrichs sería el primero en intentarlo con un disparo que se marchó desviado. Öztunali también buscó el empate pero su disparo, rechazado por Vallejo, fue detenido sin problemas por Sivera. No sería la única del futbolista alemán quién volvió a protagonizar otra ocasión que también fue desviada por el capitán de la 'Super21'.
El central español se mostraba contundente ante las llegadas de los alemanes, jugándose incluso la expulsión tras una entrada ante Waldschmidt. El colegiado, que en un primer momento mostró la tarjeta amarilla al futbolista del Real Madrid, esperó las indicaciones del VAR ante las protestas de los alemanes de que la falta era merecedora de tarjeta roja.
Con el tiempo de descanso cumplido, los alemanes no tardarían en meter el miedo en el cuerpo a los nuestros. Amiri, muy ausente en la primera mitad, probaba a Sivera con un disparo potente que el portero detenía y Vallejo despejaba fuera del área española. Una ocasión que dejaba claro que los alemanes no habían dicho la última palabra.
No sería la única de Alemania en los primeros minutos de la segunda mitad. Waldschmidt, máximo goleador del torneo, buscaba sorprender al portero español con un disparo lejano que pasó rozando el palo de la portería española. Minutos después, Luis de la Fuente cambiaba a Carlos Soler por Oyarzabal en busca de dar un nuevo aire a los nuestros.
Y en el peor momento de los nuestros, llegó el segundo del partido. Ceballos dormía la pelota en la frontal, dejaba de cara a Fabián, que fusilaba desde fuera del área, pero su disparo era detenido por Nübel. El portero alemán dejaba el rechace muerto en el corazón del área dónde aparecía Dani Olmo, para con una gran clase, picar la pelota y aumentar la ventaja en el marcador.
Y pudo ser mejor. Espectacular combinación entre Borja Mayoral y Fabián dentro del área que acababa con el disparo del mediocentro que se marchaba rozando la portería alemana. Tan grande fue el recital del mediocentro que la afición alemana se rindió ante su partido despidiéndole con una atronadora ovación agradeciendo el juego ofrecido.
Pero no estaba todo dicho en el partido y los alemanes no querían darse por muertos. A falta de dos minutos para el final, Amiri recortaba distancias con un potente disparo que rozaba en Vallejo e impedía que Sivera salvase el tanto alemán. Unos minutos finales en los que España supo sufrir pero acabó logrando su quinto título de Europa.
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