Como demostró con el propio Florentino Pérez, Sergio Llull ha vuelto a demostrar que es un jugador con mucha pillería. Empezaba el segundo cuarto, Grecia tenía la posesión y el del Real Madrid aprovechó la falta de concentración del rival para robarle la pelota.
No contento con eso, Llull se la jugó desde su casa para meter un triplazo que no solo levantó al banquillo de España si no a todo el público del WiZink.