Eran las dos grandes favoritas para jugar la final del Eurobasket, pero se tuvieron que conformar con una recompensa menor. Francia y Serbia se disputaban el bronce, en un encuentro en el que se apuntaba como la gran final del campeonato. Las dos selecciones arrancaron con muchos fallos, De Colo y Parker anotaban para Francia y Raduljica y Simonovic para Serbia.

La depresión se le notó a los dos equipos en el primer periodo. Los tiros no entraban y la defensa no fue todo lo intensa que debería para luchar por el bronce. Con el paso de los minutos, el partido se fue entonando, Serbia se aplicó atrás y Francia despertó a la fuerza. Collet les llamó la atención con un tiempo muerto tras un parcial de 9-0. Y reaccionaron. Tanto que Djordjevic tuvo que hacer lo mismo y llamar a filas a sus jugadores.

Francia le dio la vuelta al marcador con un 7-0 para establecer un 23-20. Con el encuentro igualado, las dos selecciones se tomaron un respiro, hasta que Francia cambió el ritmo y se intentó despegar antes del descanso. La aportación del banquillo fue más decisiva en los anfitriones pero los de Djordjevic se mantuvieron cerca en el marcador (37-32).

El atasco de Serbia en ataque seguía, no encontraron posiciones cómodas de tiro, y Francia supo aprovecharlo para abrir una brecha. Djordjevic se desesperaba en el banquillo al ver como se les escapaba la medalla después de un gran torneo. Los de Collet les estaban pasando por encima y por los lados. El trabajo en defensa rompió el partido antes de final del tercer cuarto y Serbia se desconectó del encuentro.

A Francia le bastó con mantener la intensidad atrás para llevarse el bronce. Serbia no se pudo levantar del mazazo contra Lituania y aunque lo intentó en el último cuarto, se despidió del torneo por la puerta de atrás. El bronce era de Francia y aunque no consolaba porque el objetivo era el oro, servía para cerrar su Eurobasket con una pequeña sonrisa.