Serbia e Italia se jugaban ser líderes del grupo B. Demasiado en juego como para tomárselo como una pacchanga. La última jornada del grupo B tenía muchas cosas en juego. Los serbios arrancaron con mucha fuerza, queriendo sentenciar de inicio, para que Italia bajara los brazos.

Teodosic dio un recital de anotación y de dirección. El base llevó a su selección a un parcial de 8-0 en los dos minutos y medio primeros del encuentro. Pianigiani tuvo que parar la avalancha desde el banquillo y Gallinari lo hizo con un triple que despertó a los suyos.

Italia no se 'iba a dejar ganar' tan fácil. Bargnani empezó a pedir la bola y respondió con ocho puntos pero Teodosic estaba en modo 'crack' y Serbia cogió la primera gran ventaja del partido (25-12) con dos triples consecutivos. El base se sentó e Italia aprovechó para dar un arreón y cercarse en el marcador antes del final del primer cuarto (25-19).

Los italianos, sin Belinelli porque se resintió de sus molestias y le guardaron para la fase final, no se alejaron del marcador. Ante Serbia, Gallinari, Bargnani y Gentile tenían que ofrecer un poco más para que no se notara su baja. Pero Teodosic quería fiesta, estaba cómodo, con la sonrisa pilla que se le pone a los buenos. El base llegó a los 19 puntos y cinco asistencias en un pestañeo y Serbia volvió a estirar el marcador a más de 10 puntos. Raduljica aportó, como siempre hace, con mucho juego interior y canastas fáciles para despegar.

La intensidad se palpaba, tanto que Kalinic y Gallinari se enzarzaron en un rebote cuando la 'fiesta' no iba con ellos. En un Serbia-Italia no hay amistoso y cada rebote era una lucha sin miramientos.

Si Milos Teodosic tiene el día, poco se puede hacer más que mirar y aplaudir. El base siguió con su recital en el tercer cuarto, bordando el baloncesto, anotando, dirigiendo y asisitiendo a sus compañeros. Demasiado para una Italia sin Datome, baja el resto del torneo, y Belinelli, con molestias y reservado para la fase final. Los serbios se marcharn a 15 puntos a falta de 15 minutos para el final.

Hasta ahí llegó Italia. El ritmo de Teodosic no era posible mantenerlo y los de Pianigiani empezaron a ver con buenos ojos la clasificación. Los de Djordjevic alcanzaban la fase final del Eurobasket sin perder, cinco partidos, cinco victorias, y con unas sensaciones inmejorables. Uno de los rivales a batir. ya es turno de la hora de la verdad.