Seguir vivos o decir adiós al Eurobasket y a los Juegos Olímpicos. Con esa responsabilidad afrontaba España el duelo ante la Alemania de Nowiztki. Para conseguirlo, la ÑBA arrancó con lo que le había funcionado hasta ahora en el torneo. Pau Ribas anotó los primeros cinco puntos, con un robo con canasta, y un triple, y la sociedad Gasol-Mirotic, aportó cuatro más para poner la primera ventaja (5-9).
Los alemanes también necesitaban ganar, perder en casa y quedar fuera en la primera fase era un fracaso y no lo iban a poner fácil. Schroder cogió los mandos y dio la vuelta al partido. El base alemán anotó ocho puntos y llevó a su selección al 20-18 al final del primer cuarto. El ataque español se atascó y sólo encontró soluciones en los de siempre.
El nivel defensivo sí era bueno y los robos atrás permitían a la ÑBA seguir de cerca a los alemanes. La tensión no permitía que fuera un encuentro vistoso pero España estaba compitiendo. Sergio Rodríguez dirigió con criterio en el segundo periodo y anotó abriendo la defensa alemana. Pero fue el único que ayudó de fuera. Sergio Llull llegó al descanso con 0/5 en triples, poco atinado en todo el campeonato pero con un a gran defensa sobre Schroder.
Si el Chacho había sido el hombre del segundo cuarto, Pau Gasol estaba echándose a la espalda a todo el equipo. El pívot de los Bulls estaba con unos números de extraterrestre con 10 puntos, siete rebotes y cinco asistencias. El único lastre al descanso fueron los tiros libres, con un 50% en un 5/10. Las soluciones de Alemania estaban en Schroder, Nowiztki sólo 'molestó' con un triple y una canasta de dos en el primer cuarto. La tensión era máxima, y la igualdad también. Alemania y España tenían 20 minutos por delante para que una de las dos dijera adiós al Eurobasket... y a los Juegos Olímpicos.
No había posibilidad de relajarse. Y así fue. Las dos selecciones mantuvieron una intensidad altísima aunque el poco acierto en las canastas dejó el encuentro igualado. Las defensas ganaban a los ataques, y cada posesión se hacía un mundo para anotar.
Pau Ribas estaba siendo el destapado de la ÑBA. El nuevo jugador del Barcelona anotó un tiro y robó un balón a Nowiztki para que la selección se pusiera siete arriba y meter el miedo en el cuerpo a los alemanes. El miedo al fracaso ya merodeaba en la pista y la presión aumentaba con cada ataque.
Sergio Rodríguez tenía el partido grande, el día más importante. El base canario distanció a España con un triple y una canasta. El margen era de 10 puntos y los minutos pasaban. La agonía de Alemania iba creciendo y la ÑBA se iba encontrando más cómoda. Los octavos de final del Eurobasket y la posibilidad de seguir pensando en los Juegos Olímpicos estaban en la mano.
Sergio Llull, que había hecho buen partido en defensa pero nulo en ataque, resurgió en el último periodo con cinco puntos. Alemania lo intentó con un ritmo más rápido pero España supo cómo jugar los minutos cruciales y controló los nervios. Los alemanes se acercaron y apretaron, pero España ganó el encuentro con la defensa y con un triple de Sergio Rodríguez. Y sobre todo porque Schroder se vio superado por los nervios y falló un tiro libre a falta de tres segundos que hubiera forzado la prórroga.
Sólo una catástrofe final, que no se produjo hubiera dejado a la ÑBA sin premio. El buen partido ante Alemania, una intensidad defensiva alta todo el encuentro, y un ataque al que se van sumando poco a poco más jugadores, dejó unas buneas sensaciones para los octavos de final. Ahora espera Polonia. Tampoco se puede fallar, es la segunda final de la ÑBA. La primera ya se había ganado.