20 segundos. Eso es lo que tardó Luka Doncic en calentar su muñeca y anotar su primer triple en la cara del rival. Eslovenia se encomendó a su estrella para liderar el marcador, pero Lituania no perdió la cara al encuentro en ningún momento.
El ritmo desde el inicio fue frenético y ambas selecciones tenían en mente el aro del rival y el primer tiempo se convirtió en un festival anotador para acabar en máxima igualdad (27-27) al final del primer cuarto.