Giannis Antetokounmpo se quedó fuera del partido ante España por molestias en la rodilla. Aunque no fue de la partida, el griego pasó de irse a la grada y estuvo junto al resto de sus compañeros en el banquillo. Acostumbrado a no estar en esos lares, no paró quieto.
El campeón de la NBA recorrió todo el Wizink con la mirada, no perdió de vista a sus compañeros, hizo las labores de técnico asistente y aconsejó a sus hermanos siempre que pudo para intentar recortar distancias en el marcador con España.