Los osos normalmente si no se sienten intimidados no suelen atacar, pero nunca se puede estar seguro de su reacción. Por eso, una experta del parque natural de Canadá nos cuenta qué dos elementos necesitamos para defendernos de un oso sin perjudicarle. Primero la bocina como un elemento para asustarlos y si la cosa se pone fea, un spray pimienta que provoca que los ojos se irriten y picor de nariz.