¿Se han preguntado alguna vez dónde va a parar la ropa que donamos en contenedores solidarios? No siempre va a parar a manos de gente necesitada. El 50% se revende en tiendas de segunda manos o se exporta a otros países. Pero mucha otra acaba en vertederos textiles situados en África y Latinoamérica. ¿Cuánto se dona a gente necesitada?
Tras esconder un GPS en un bolso que hemos dejado en un contenedor solidario, descubrimos que llega hasta el puerto de Melilla. Es entonces cuando decidimos indagar cómo se gestiona la recogida de ropa de segunda mano para ver dónde va a parar. Acompañamos a una recogedora de una entidad social de ropa hasta el almacén donde la lleva.
Allí, se encargan de clasificar la ropa que reciben. En la primera selección se lleva a cabo el deshecho: la ropa sucia, ropa e impropia (cosas que no es ropa), es descartada. Se separa por prendas y se lleva a cabo la segunda selección: se clasifica toda la ropa y se decide si va a las tiendas (para su venta) o a exportación (tiene que estar impecable para que vaya a la tienda).
Mueven entre tres y cuatro millones de euros al año y nos cuentan que se destina para vender en tiendas el 5% de la ropa que llega. El 45% se reutiliza en tiendas o se exporta a otros países (se vende a través de distribuidores que tiene mercado en países donde no hay producción). Pero ¿no va esta ropa a gente necesitada? 5.000 kilos de ropa es donada a personas sin recursos. Lo curioso es que, el mayor porcentaje de ropa, se exporta.
Arabia Saudí, Ghana, Chile, Pakistán… son algunos de los lugares donde más ropa se exporta pero, lo cierto es que, una gran parte de esa ropa que has donado, acaba en vertederos textiles: el más grande del mundo está en el desierto de Atacama (Chile). Hay montañas de más de 20 metros de ropa usada que no queremos los europeos.