De almohadas a mascarillas: una empresa textil de Béjar se reconvierte durante el confinamiento y triplica su plantilla
Su objetivo es fabricar 800.000 mascarillas diarias
Esta empresa ha triplicado su plantilla durante el confinamiento
Las mascarillas han sido la salvación de Béjar, un pueblo de Salamanca. Llegó a ser el mayor núcleo de producción textil del centro de la península, pero con la globalización se vino abajo. Alberto Sánchez, director de Fibras Textiles Sánchez, aún tiene su empresa textil, pero la llegada del coronavirus le ha obligado a reconvertirse: antes fabricaban almohadas y ahora, mascarillas.
Las almohadas y las mascarillas se hacen con el mismo material, por lo que la empresa de Sánchez disponía del TNT (tejido no tejido) necesario para fabricarlas. El estado de alarma y el confinamiento puso a la empresa a las puertas del ERTE, pero fue entonces cuando empezó la reconversión: antes de la pandemia fabricaban unas 1.000 almohadas semanales y, ahora, 750.000 mascarillas en ese mismo periodo. Aseguran que son más rentables y, además, dan trabajo a más gente: de ocho trabajadores que había antes han pasado a 25 y en pocas semanas ese número ascenderá hasta 45-50. Esto se debe a que van a ampliar la producción y su idea es fabricar cada día hasta 800.000 mascarillas.
Esta empresa ha sido acusada durante el confinamiento de estafa ya que había quien pensaba que se estaban aprovechando de la situación, pero tras las pertinentes investigaciones policiales, se ha demostrado que no era así.
Ahora, esta empresa de Béjar ha alcanzado un acuerdo con diseñadores de moda muy importantes para fabricar mascarillas de diseño.