En siete de cada 10 hogares españoles se consumen alimentos congelados, pero la mayoría de la gente cree que los productos frescos son mejores. La experta en nutrición Yolanda García nos saca de nuestro error: “La gente considera que los congelados son de peor calidad, pero nada que ver. Se congelan casi al momento de recolectarse hasta que llegan supermercado. Los productos frescos pueden ir perdiendo nutrientes por el camino”.
Cuando se da a elegir a la gente entre judías frescas o un paquete del mismo producto congelado, la mayoría de las personas optan por la primera opción. Pero “la verdura empieza a perder nutrientes desde el momento en que se recoge. Cuanto más tarde en llegar a la mesa, más nutrientes habrá perdido”, explica Yolanda García.
Además, los productos congelados tienen otras ventajas: se conservan durante más tiempo y son más baratos.
Pero, ¿y qué hay del sabor? ‘En el punto de mira’ ha organizado una cata con productos frescos y congelados. La gente tenía que intentar adivinar cuál era cada uno, pero la mayoría o no apreciaban diferencias significativas en el sabor o, directamente, creían que el congelado era el fresco. “Compramos en torno al mito”, sentencia la nutricionista.