'En el punto de mira' investigaba un caso de morosidad en una urbanización de lujo en Benidorm. Allí, Olga tenía un piso y le decía al equipo que recientemente había adquirido un segundo inmueble en el edificio. Se dirigieron allí para ver en qué condiciones estaban cuando se encontraron con una desagradable sorpresa: en apenas dos días habían okupado el piso de Olga y ella se estaba enterando gracias al reportaje que estaba grabando el programa.
El okupa al principio no quiso marcharse, pero cedía y empezaba a sacar sus cosas. Momentos después, volvía a introducirlas en el inmueble aconsejado por los otros morosos. Ante la sorpresa de la propietaria, se destapa la trama: los morosos tenían intereses en que el okupa se quedase en la vivienda porque, presuntamente, le estaban cobrando un alquiler.