Con toque de queda y confinamiento perimetral, Madrid vivió su noche de Halloween más atípica. Una noche en la que a las 00:00 horas, las calles de la capital deberían haber estado vacias y en la que los disfraces de los más pequeños deberían haber sido los únicos protagonistas. Sin embargo, un equipo de ‘En el punto de mira’ fue testigo en primera personas de una de las noches más violentas vividas en la capital.
La noche de Halloween, la policía intervino 282 fiestas ilegales, 49 botellones, 31 bares y detuvo a 33 manifestantes que causaron disturbios y destrozos en plena Gran Vía madrileña. Nuestra reportera María Miñana nos enseña cómo vivió los altercados policiales en el centro de la capital junto a un grupo de policías secretas que intentaban restablecer el orden y frenar los disturbios de unos manifestantes que exigían “un poquito de libertad”, tras dar las doce de la noche y comenzar el toque de queda.
Un toque de queda que no frenó para nada la noche de Halloween en Madrid. Tan solo unas horas después, dos compañeros del programa accedían a una tetería y consumían alcohol e incluso, podían fumar dentro del local. Algo que el dueño negó ante nuestras cámaras y le llevó a ser él quién llamara a la policía para contarle lo sucedido.
Bares, botellones, pisos con fiestas ilegales y un montón de fiestas de estudiantes que continuaron hasta entrado el día 1 de noviembre y que en ningún caso se ajustaron a las normas establecidas por el Gobierno y la Comunidad para frenar los contagios.