María José perdió a su madre por el brote de listeriosis. Francisca, de 74 años, comió la carne infectada en su propia casa y murió una semana después. Los primeros síntomas fueron diagnosticados como gastroenteritis pero, al empeorar su estado, los médicos aseguraron que se trataba de un ictus. La realidad es que falleció por una meningitis derivada de la listeria.
Afirma que perder a su madre por una presunta negligencia le llena de impotencia y rabia. Sin embargo, las ganas de luchar de María José han incrementado: “He perdido a mi madre, que es lo que más quiero en mi vida, y esto no se va a quedar así”.