Se cuentan por miles las mujeres que, junto a sus hijos, permanecen ocultas en hogares de acogida. Aunque el acosador o el maltratador es el hombre, son ellas las que tienen que mantenerse ocultas a la sociedad, en lugares que por seguridad no aparecen ni en los mapas, son ellas las que viven en una cárcel. ‘En el punto de mira’, guardando todas las medidas de seguridad, ha accedido a uno de estos hogares ocultos para mujeres maltratadas.
En estos lugares, las mujeres que se sienten acosadas, en peligro, tengan sentencia o no, son acogidas de manera desinteresada y reciben los cuidados que necesitan: asistencia psicológica, médica y de defensa personal.
En estos hogares las mujeres y sus hijos forman una gran familia que se protege de los peligros de sus maltratadores o acosadores, aunque no siempre se consigue: “Aquí perdimos a una compañera, fue asesinada”.
Sin embargo, hay mujeres que sufren tal pánico por el peligro que corren que ni siquiera pueden vivir en estos lugares con otras mujeres y se ven obligadas a trasladarse con sus hijos a casas privadas de acogida completamente ocultas y a salvo de sus maltratadores.