Un experimento demuestra lo rápido que se extiende el Covid-19 en las reuniones sociales
El programa imita los comportamientos de la población a principios de año
El día 1 de Enero China alertó a la OMS de un brote de Coronavirus. La OMS proclamó que no había pruebas de que se trasmitiese de persona a persona, tampoco entre el personal sanitario. Este mensaje tranquilizó al mundo pero fue un error. La vida social siguió su curso y con ella se multiplicaron los contagios.
Tomando las medidas de seguridad necesarias, el equipo de 'El punto de mira' lleva a cabo una recreación de cómo se comportaba la población en aquellas fechas para entender la velocidad con la que el virus logró extenderse.
El reportero Boro Barber simular ser el paciente cero y se echa una pequeña cantidad de pintura trasparente en las manos para emular el virus. El periodista se coloca al rededor de una mesa junto a unos amigos que comen, beben y comparten utensilios de cocina para cortar los alimentos. Al encender la luz ultravioleta, descubre que la pintura que imita al Covid-19 está por todas partes: vasos, cubiertos, ropa e incluso en las manos de los comensales.