El óxido de etileno no es el único químico plaguicida que pone en riesgo nuestra salud llegando a provocar incluso enfermedades tan graves como el cáncer, la comunidad científica advierte de que estamos expuestos a más de 350.000 tóxicos que pueden “colarse” en nuestros alimentos. Sin embargo, uno de ellos ha llamado nuestra atención por su extensa utilización y por la polémica que ha creado en los últimos años: el glifosato.

Este producto químico se utiliza principalmente para la erradicación de las malas hierbas en el campo y, pese a que en 2015 la OMS lo calificó como “probablemente cancerígeno”, su uso está permitido en países como el nuestro.

Es un producto muy utilizado en la agricultura española por su bajo coste y por su efectividad frente a otros productos similares, pero se trata también de un químico que, pese a los informes de quienes lo producen y comercializan, puede ser perjudicial para salud ya no solo de las personas, también de los animales.

Es el caso de Santos Manuel, un pastor que se ha puesto en contacto con nuestro programa para explicar su situación: “Los dueños de los pastos en los que se alimentan mis ovejas y que tenemos alquilados utilizan glifosato para preparar la tierra, cuando mis animales comen este pasto enferman”.

Santos explica cómo se da cuenta de que sus ovejas se han intoxicado: “Se hinchan, echan espuma y sangre por la boca, empiezan a tener convulsiones e incluso nacen con malformaciones”.