Rodrigo Rato siempre ha sido muy celoso de su vida privada (se sabe que se casó en su finca de Carabaña y pocos detalles personales más), pero hay una persona a la que confiaba todos sus secretos: su maestro de yoga. Éste ha dicho claramente cuál fue el error del exministro: “Su ego y su codicia infinita le condujeron a un callejón sin salida”, ha dicho a la reportera de ‘En el punto de mira’.
En la misma sala donde Rato hizo yoga durante 30 años, el maestro también ha destacado sus virtudes, diciendo que era un alumno de la meditación muy cortés que podía provocar “ternura”, pero ha dejado claro que se disgustó cuando supo de su fraude: “No hay que perjudicar los intereses ajenos”.