El caso de Carlos Carbonell tiene en alerta a la policía de España y parte del extranjero. No es famoso, pero le conocen por todo el planeta. Muchas personas se han enamorado de él y, para demostrárselo, le han mandado miles de euros que, supuestamente, necesitaba. Solo que no era Carlos: es alguien (o incluso una organización criminal) que está usando sus fotos, hobbies, etc. para estafar a otras personas. La reportera María Miñana ha hablado con el verdadero Carlos sobre todo lo que le está ocurriendo.
Carlos ha sido víctima de un robo de identidad. En muchas ocasiones ha recibido mensajes en sus redes o por mail de hombres y mujeres que le avisaban de que había contactado con ellos otra persona con sus mismas fotos, pero con otro nombre. Poco antes de grabar el programa, cuenta que recibió uno de esos mails, de una chica que había recibido sus fotos a partir de una aplicación para ligar. Carlos nos enseña el contenido de ese correo electrónico: “Hola soy francesa y te escribo para decirte que hay un hombre que usa tus fotos para estafar mujeres, que lo ha intentado conmigo, pero tuve dudas. Investigué en Google tus fotos y me encontré con tu cuenta en Instagram. Quería hacértelo saber”. Carlos cuenta que esto le pasa “constantemente”.
Un perfil falso con las fotos de Carlos llegó a estafar más de 5.000 euros a una mujer francesa. Llevaban hablando varios meses y ella acabó enamorándose de él, por lo que le dio el dinero que le pedía. Con otro perfil distinto, usando otro nombre pero también sus fotos, estafaron 700 euros a una mujer. Un chico de Taiwán también fue víctima de uno de estos delitos.
Otras que han contactado con Carlos han sido las autoridades turcas. Le informaron de que una persona estaba extorsionando a una mujer y usaba fotografías suyas. “Me dio los perfiles para que los denunciara y lo eliminaran de la aplicación”, cuenta Carlos.
“¿No te da miedo no poder demostrar que no eres tú el que está detrás de esos perfiles falsos?”, le preguntó la reportera. Carlos dice que sí, que le da miedo y le preocupa, pero no sabe quién puede ser. Se atreve a vaticinar que podría tratarse “de algún seguidor” de su Instagram, que cuenta con 180.000 followers.