Algunos turistas ejercen en Barcelona el turismo de borrachera. La Barceloneta y el Rabal son las zonas más conflictivas durante la noche. Según datos del Ministerio del Interior el pasado año hubo más de 455 delitos relacionados con el tráfico de drogas, dejando a Ciutat Vella como el distrito de mayor criminalidad. Los turistas se concentran en la playa con bebidas alcohólicas y horas después trasladan la fiesta a sus pisos turísticos ilegales.