Aitor intentó 'curar' su homosexualidad en terapias de conversión: "Llegué a creerme que la homosexualidad se podía curar al 100%"
"Era feliz cuando la gente llegó a pensar que yo era heterosexual"
Aitor gastó más de 2.000 euros en una terapia de conversión que ahora estaría prohibida
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Además de crímenes por la condición sexual de las personas y de las decenas de denuncias por agresiones homófobas en los últimos meses, desde hace años se ejerce un tipo de violencia más sutil y que promete que él o ella puedan ser heterosexuales si siguen un camino marcado.
Las terapias de reconversión pueden terminar en depresión y, en los casos graves, en suicidios
Ese camino lo marcan algunos gabinetes psicológicos o coach que se anuncian en diferentes páginas. No existe una estadística de homosexuales que han acudido a estas terapias de reconversión, pero sí sabemos que estas prácticas pueden terminar en depresión y, en los casos graves, en suicidios.
En el año 1990, la Organización Mundial de la Salud dejó de considerar la homosexualidad una enfermedad. Existen siete países en el mundo que prohíben expresamente las terapias de conversión a la haterosexualidad. Son Malta, Francia, Alemania, Brasil, Ecuador, Israel y Nueva Zelanda.
En España, están sancionadas por ley sólo en cuatro Comunidades Autónomas: Madrid, Aragón, Comunidad valenciana y Andalucía. Pero el pasado mes de junio, el Gobierno dio un paso adelante y aprobó en anteproyecto de ley LGTBI, que prohibirá de manera expresa las terapias para la conversión de gays y lesbianas.
Aitor quería curar su homosexualidad con terapias de conversión
'En el Punto de Mira' hemos podido hablar con un chico que, en Valencia, acudió a una psicóloga porque quería dejar de ser bisexual. Seis años después, sigue en tratamiento para superar esos mensajes de represión que interiorizó.
Cuando acudió a la terapia de conversión, este tipo de terapias todavía no estaban prohibidas en la Comunidad Valenciana y la terapeuta era una psicóloga colegiada.
Aitor, el joven que acudió a estas terapias prohibidas, nos cuenta qué le llevó a acudir a ellas: "Quería llevar un estilo de vida más correcto para la iglesia y me hablaron de estas terapias. A día de hoy soy un chico transexual y bisexual, pero cuando esto sucedió yo era una chica bisexual", nos cuenta.
Cuando le preguntan cómo llegó a esta terapia, Aitor nos cuenta que era "una amiga de toda la vida de la familia", siendo su propia madre la que con solo doce años ya le recomendó buscar ayuda.
Aitor gastó más de 2.000 euros en una terapia de conversión que ahora estaría prohibida
Este joven nos cuenta que la terapia estaba basada en el libro 'Cómo curar la homosexualidad', de Richard Cohen, un señor que tiene varias organizaciones con las que dice que quiere ayudar a la gente a 'curarse'.
Además, nos cuenta los motivos que la psicóloga le daba sobre su condición sexual: "Decía que el acoso escolar que sufrí de pequeño y la mala relación que había tenido con mis padres eran las culpables de mi condición sexual. Tampoco le gustaba mi aspecto y me invitaba a depilarme".
"Era feliz cuando la gente llegó a pensar que yo era heterosexual"
Aitor se siente arrepentido de haber caído en esta trampa, pero no lograba aceptar su condición sexual y su mayor ilusión era ser heterosexual: "Llegué a creerme que la homosexualidad se podía curar al 100% y era feliz cuando la gente llegó a pensar que yo era heterosexual".