Después de extraer el ADN de los restos encontrados en la vivienda unifamiliar en la localidad de Sant Salvador de Guardiola y no coincidir con ninguna base de datos, la investigación se paraliza. Hasta el año 2016, cuando se produce un 'match' en el cadáver sin identificar de esta localidad y da positivo con otro ADN registrado en la base de datos.
En ese momento, uno de los agentes de la guardia civil afirmaba: "Nos quedamos en shock, pero muy felices, ese positivo significaba que por fin podíamos identificar a la víctima".
José Antonio Hernández, periodista de 'El Mundo', relataba que en el año 2016, una mujer acudió a verle para comentarle que su hermana había desaparecido en el año 1981 y que estaban haciendo todo lo posible para intentar encontrarla.
Esa mujer era Josefa Fraile, y confesaba ante las cámaras de 'En guardia': "Cada 3 de septiembre recuerdo que era el cumpleaños de mi hermana. Siempre la he buscado". Además, añadía, que su hermana desapareció sin dejar ningún rastro y desde que perdió a su hermana, ha vivido sumida en una continua depresión. Una de las cosas que más atormenta a Josefa, es que después de vivir una dura infancia, su hermana y ella se hicieron una promesa que no había podido cumplir: "Si alguna vez desaparecemos, nos buscaremos".
Por otro lado, una psicóloga forense explicaba, la pena de Josefa por no encontrar a su hermana y decía: "Ambas hermanas se comprometieron a permanecer siempre unidas y tener esa lealtad familiar de la que no habían podido disfrutar en su infancia, ya que para ellas su núcleo familiar de origen, son ellas dos". Por lo tanto, perder a una de ellas significaría que la otra se queda sin familia.