Horas después de declararse el asesino confeso de Miguel Grima y narrar el crimen con detalle a la Guardia Civil, Santiago Mainar se retractó. El vecino de Fago alegaba que lo hizo en un acto altruista, “para que el pueblo descansara” y que los detalles que aportó los obtuvo de los medios de comunicación, que estuvieron muy volcados durante toda la investigación.
El 4 de febrero de 2007, horas después de su detención y de que colaborara en la reconstrucción judicial del asesinato de Miguel Grima, Santiago Mainar se declaró inocente. Alegó que era “para llamar la atención” y que “había obtenido los datos de los medios de comunicación”.
22 meses después del crimen, en el juicio celebrado en noviembre de 2009, Santiago Mainar asumió “ser culpable para que el pueblo descasara”, calificando su acto de “altruista”. Además, psiquiatras y psicólogos pusieron en manifiesto que Mainar sufría trastorno paranoide y narcisista, en un intento de justificación de autoinculpación.
Pero según la abogada Carmen Cifuentes, parte del caso, Mainar cometió un gran desliz durante el juicio: “Comete un desliz en el juicio que, bajo mi punto de vista, fue su sentencia”. La letrada hace alusión a que cuando le preguntan a Mainar sobre el momento en el que abandonó el vehículo del alcalde, respondió con un “yo salí” tras el que se produjo un momento de silencio.
La sentencia de la Audiencia de Huesca nombró a Santiago Mainar como autor del asesinato, con atentado a la autoridad y también le condenó por tenencia ilícita de armas. La pena fue de 20 años y nueve meses. “El único móvil fue el odio”, asegura la letrada Carmen Cifuentes.
En 2022, Santiago Mainar, tras cumplir 15 de los 20 años de su condena, renunció al derecho a solicitar el permiso de tercer grado y expresó su deseo de cumplir la pena integra. Cumpliendo la totalidad de su condena, Mainar saldría de la cárcel en 2027, momento en el que tendrá 72 años.