Así encontraron los vecinos de Fago el cadáver de su alcalde, Miguel Grima, matado a tiros: “Se quedaron sin habla”
Miguel Grima desapareció el 12 de enero de 2007, tras acudir a un pleno nocturno. No regresó a casa y su mujer denunció su desaparición a la mañana siguiente, pensando que había sufrido un accidente
Alfredo Terrén, expresidente de la Comarca de la Jacetania, a la que pertenece Fago, fue quién encontró el cuerpo de Miguel Grima durante una batida
Santiago Mainar, el asesino confeso de Miguel Grima, orquestó un plan que detalló a la Guardia Civil cuando le detuvieron: El crimen de Fago, paso a paso
Miguel Grima era el alcalde de la localidad de Fago, en Huesca, cuando fue asesinado en 2007. Los 41 censados con los que contaba la localidad oscense pensaron que Miguel había sufrido un accidente de tráfico al volver de un pleno por una carretera en mal estado. Cuando organizaron batidas para buscar a su alcalde, no se imaginaban que iban a encontrar el cadáver de su alcalde con nueve tiros. Tampoco que el autor del crimen era uno de los vecinos: Santiago Mainar.
El 12 de enero de 2007, el alcalde de la localidad oscense de Fago por el PP, Miguel Grima, acudió a un pleno en la Comarca de la Jacetina, y nunca regresó a casa. Su mujer, Celia, después de que su marido no respondiera a sus mensajes y llamadas en toda la noche, denunció su desaparición al día siguiente, el 13 de enero de 2007 a las 8:30 horas.
Alfredo Terrén, expresidente de la Comarca de la Jacetania, a la que pertenece la pequeña localidad de Fago, relata cómo encontraron su cuerpo: “Organizamos batidas y decidimos hacer el camino a la inversa. En la carretera vi unos pocos cristales rotos y al asomarme al río ahí vi a Miguel muerto. Encontré a Miguel con los brazos extendidos, como intentando agarrarse hacia la carretera. Eso me dio más pie a pensar que fue un accidente y que había intentado subir a pedir ayuda a la carretera. Ese es el último recuerdo que tengo de él”, relata.
Pero cuando examinaron el cadáver, se percataron de que tenía nueve tiros y que la zona estaba llena de casquetes: “En el momento en que trascendió la noticia de que habían matado a Miguel de un tiro la gente se quedó sin habla”, continúa Terrén.
José Luis Martín, suboficial mayor de la UCO de la Guardia Civil da detalles más precisos sobre las heridas que presentaba el cuerpo de Miguel: “La bala le reventó el corazón. Fue un asesinato brutal. Nueve impactos de entrada y siete de salida. Un total de 16 heridas incompatibles con la vida”.