El gobierno de Pedro Sánchez está en el punto de mira. La visita del emir de Catar ha levantado muchas críticas contra él, incluso de miembros del propio gobierno pertenecientes a Podemos.
Pedro Sánchez ha recibido en Moncloa al jeque Al-Thani, a quien no ha dudado en recibir con todo lujo de detalles y sin precedentes. El objetivo del gobierno es atraer la atención para la inversión de fondos y tratar de garantizar el suministro de gas necesario para los españoles tras la polémica con Rusia.
Sin embargo, la crítica es clara: cómo se puede ser el gobierno más progresista de la democracia y hacer negocios con Catar, de qué sirve proyectar un gobierno comprometido con el feminismo y hacer negocio con un país que coarta los derechos y libertades de las mujeres.
Pedro Sánchez ha recibido con honor al emir de Catar, un país donde los derechos de las mujeres están claramente limitados. En Catar, las mujeres deben tener permiso de sus tutores legales para poder casarse, tienen restricciones a la hora de estudiar, trabajar y viajar. Y por si fuera poco, están condenadas a 100 latigazos y siete años de cárcel si cometen adulterio.
Los derechos laborales también están restringidos, los trabajadores migrantes tienen prohibido formar sindicatos o afiliarse a ellos. Según 'The guardian', han muerto 6.500 trabajadores construyendo las instalaciones del Mundial 2022.
Además, la homosexualidad está prohibida y la diversidad sexual puede ser castigada hasta con tres años de prisión.