El pequeño Aitor de tan solo 8 años murió por una peritonitis que no fue tratada correctamente. Este caso se une a los 12.000 casos de posibles negligencias médicas.
Un diagnóstico erróneo, una medicación equivocada y falta de pruebas fue la cadena errores fatales que acabaron con la vida de Aitor. Este niño acudió a su centro de salud por un dolor de tripa y tras derivarle al hospital, le diagnostican una gastroenteritis aguda. Los médicos le dicen a la familia que en unos días tiene que remitir, pero esto no ocurre. Aitor con su familia acude a urgencias hasta en cinco ocasiones, nunca le hacen ninguna prueba y le ponen una medicación que termina acabando con la vida del pequeño.
Desde 'En boca de todos' hablamos con Marta, la abuela de Aitor, que ejerció de abuela y de madre del pequeño y nos explicaba: "Cuando le llevé al hospital no le hicieron ni ecografías, ni análisis de sangre. Solo nos dieron una tirita para los vómitos y nos mandaron para casa".
Además, Marta confesaba, que el niño en casa no mejoraba e incluso se metía los dedos para vomitar, esto se lo comenta al médico y según ella, éste le dijo: "Piénsate si te vas a meter los dedos porque el medicamento es muy caro y así lo vas a vomitar".
Ante estas palabras, Nacho Abad, visiblemente sorprendido, apuntaba: "Qué apreciaciones de los médicos a veces, hay comentarios que se los podían meter por donde les cupiese".
Por último, Marta subraya, que para la justicia esto ha sido un homicidio imprudente y que no ha habido dolo y pide un año de cárcel para la que atendió a su hijo y dos años para la residente. Sin embargo, para la familia de Aitor esto no es suficiente e indicaba: "Si por mí fuera yo pediría cadena perpetua porque a Aitor no me lo van a devolver y así que sepan lo que es sufrir. Pedimos 21 años de cárcel y que sea un jurado popular quien juzgue este caso".