Durante el día de ayer, saltaba la noticia de una nueva okupación en Madrid. En este caso, la vivienda okupada pertenece a Pepi, una anciana de 87 años, que se encontraba de viaje en Canadá visitando a su hija.
Horas después, Costel, el ocupante ilegal, aparecía ante las cámaras del programa con algunos enseres de la dueña del piso y se vivían momentos de tensión con varios de los vecinos del bloque. Concretamente, uno de estos enseres, era una caja con las cenizas del presunto marido de la propietaria de la casa, aunque esto no parece ser así y la reportera del programa, aclaraba: "En la caja pone Luna, por lo tanto, no parece ser que pertenezcan al difunto marido de esta señora".
Así mismo, Costel, el okupa de esta vivienda, ha vuelto a acceder hablar con nosotros y comentaba: "Nunca he amenazado con tirar las cenizas de un muerto. Yo lo único que dije es que iba a guardar hasta las cenizas y no iba a tirar nada de valor". A su vez señala, que lo único que ha tirado de la vivienda es la comida que se ha encontrado en el frigorífico con comida caducada desde hace cinco años.
Además, este ocupante ilegal asegura, que él no está 'okupando' ninguna vivienda y puntualizaba: "Estoy guardando todos sus recuerdos".
Por otro lado, Costel también ha querido dejar claro, que si la dueña de la vivienda le hace una videollamada desde Canadá y le dice que necesita la casa, él se va en ese instante: "Si me demuestra que quiere la casa, me voy".
Para finalizar, respecto al motivo que encuentra Costel para entrar en esta vivienda "abandonada", decía: "Estoy buscando un alojamiento porque ya no puedo vivir sin mi hijo, tiene 6 años y vive en mi país. Quiero que viva conmigo".