Ana Valle, una joven con discapacidad que utiliza una silla de ruedas para desplazarse, ha sido discriminada cuando se dirigía a subir a un avión junto a su familia con destino Milán. Al parecer, para poder entrar en el avión era necesario romper el mando de la silla y nadie le aseguraba que pudieran arreglarlo después.
Su testimonio en redes sociales relatando lo que había sucedido se hacía viral, que explicaba: “Volaba desde Sevilla a Milán, pregunté muchas veces si había algún problema con la silla y me dijeron que no, que la silla tenía las medidas correctas. Me monto en el vuelo y cuando ya estoy sentada, me dicen que la silla no da las medidas correctas y que tengo dos opciones: volar sin la silla o romper el mando”.
En el video afirmaba también, grabar el vídeo para que todo el mundo lo supiese lo que ha hecho Ryanair con ella y para que no le pase a ninguna persona más.
Para saber cómo sigue esta afectada y si ha recibido alguna recompensa por lo que tuvo que pasar, ‘En boca de todos’ conectaba con Ana Valle desde Cádiz.
En primer lugar, Ana confirmaba que de ninguna manera ha podido volar a Milán para pasar unos días en familia. Respecto las explicaciones que le ha dado la aerolínea, siguen diciéndole que las medidas no eran finalmente las exigidas y para volar era necesaria romper el mando de la silla. Nacho Abad, tras este comentario, preguntaba: “¿Pero no entraba en la bodega?” y Ana le responde: “Es la explicación que me da, que para que entre en la bodega tienen que romper el mando de la silla”.
La afectada por este contratiempo, asegura, que la aerolínea aún no se ha puesto en contacto con ella para nada y que no ha recibido ninguna disculpa, y además apuntaba: “De hecho cuando nos viajan del avión vamos a atención al cliente y ninguno nos ayudó, es más, nos dijeron que no era para alterarse”. Si añade, que le prometieron la devolución del dinero de los billetes, aunque aún no la ha recibido.