La portavoz de una ONG, tras la liberación de un grupo de esclavas sexuales en un chalé de Madrid: “Les daban latigazos”

  • 12 esclavas sexuales que eran obligadas a ejercer la prostitución y vivían en condiciones infrahumanas en una vivienda de Madrid

  • Sin ventanas, entre maletas y suciedad convivían estas 12 mujeres en una sauna convertida en habitación y con un listado de precios a gusto del consumidor

  • “España es el primer país de destino de esclavas sexuales de toda Europa", afirmaba la portavoz de una ONG

La Policía Nacional ha logrado liberar a 12 esclavas sexuales que eran obligadas a ejercer la prostitución y vivían en condiciones infrahumanas, hacinadas en un sótano de un chalé de Madrid. Sus clientes tenían a su alcance un menú de vejaciones y podían elegir la que prefiriesen.

Sin ventanas, entre maletas y suciedad convivían estas 12 mujeres en una sauna convertida en habitación y con un listado de precios donde el cliente donde el cliente puede hacer con ellas completamente de todo. Lo más caro del menú, que sean sumisas por el que cobraban 120 euros, todo para sus captores. Las víctimas solo se libran de este infierno una vez que dejan de ser útiles como negocio para sus proxenetas, que las compran directamente a sus familias o a otras mafias.

Hablamos con Kiersti Watt, la portavoz de una ONG que se encarga de la liberación de prostitutas, que cuenta cómo actúan este tipo de mafias. Kiersti comenzaba explicando, que, aunque hoy ha saltado la noticia de esta liberación, en esta ONG es su día a día. “España se lleva el “premio” de ser el primer país de destino de trata en toda Europa, porque somos el tercer país del mundo con mayor consumo de prostitución”, afirmaba Kiersti Watt.

La portavoz de la ONG: “Estas mujeres se convierten en mercancía”

Desde esta ONG, esta portavoz asegura, que todos los días apoyan a mujeres víctimas de la prostitución para que se conviertan en supervivientes y que puedan recuperarse y estar en lugares seguros.

Para terminar, respecto a las personas de esta ONG que estuvieron presentes durante la liberación de estas 12 mujeres, la portavoz decía: “No hay palabras, estaban en situaciones inhumanas y no puedo ni describirlo. Estas personas se convierten completamente en mercancía”. Además, añadía, que una vez en manos de sus captores, estas mujeres recibían agresiones, palizas, latigazos y obligadas a practicar cualquier tipo de práctica sexual y consumir drogas.