Cándido Conde-Pumpido Junior, abogado e hijo del presidente Tribunal Constitucional, ha sido acusado por una mujer por una presunta agresión sexual. ‘En boca de todos’ ha accedido, en exclusiva, a la denuncia que la presunta víctima hizo.
El programa ha conseguido la denuncia textual, según indica Nacho Abad, en ella está todo lo que la presunta víctima contó ante la policía tras haber sido agredida sexualmente :
‘’Él me estuvo escribiendo desde la madrugada del miércoles para que fuera a su casa y yo no acudí hasta las seis de la tarde. Cuando llegué a la vivienda de Cándido también había un amigo suyo y más tarde sobre las cuatro de la madrugada llegó otro. Cuando estaba en la habitación con Cándido y con uno de sus amigos llamó el otro, y mientras me tocaban por todo el cuerpo los tres, me decían que querían tener una fiesta conmigo. Los tres comenzaron a tocarme por todo el cuerpo, los pechos y los glúteos, mientras me decían qué buena estás. Yo les decía que estaban locos, que yo no quería hacer nada de eso y aun así seguían, sobre todo uno de ellos. Les dejé muy claro que no quería hacer nada con ellos tres’’.
‘’En ese momento salí corriendo de la habitación. Cándido me persiguió y me cogió del pelo, me metió en otra habitación, me tiró la cama y luego se subió, empezó a morderme el cuello y yo decía que no quería porque estaba ofreciéndome a sus amigos. Pero entonces me tiro a la cama, me subió, me cogió del cuello y empezó a penetrarme con mucha fuerza. Me penetró por la vagina y sin preservativo’’, continúa la denuncia.
‘’Él consumía drogas, mezclaba tusi con keta y coca. En el momento de la agresión forcejee con él para que parara, pero no lo hizo hasta que se levantó y se marchó. Después vino uno de sus amigos con intención de mantener relaciones conmigo. Me vio llorando y le dije que se marchara, que no quería hacer nada con él’’.
La denunciante explica más detalles sobre el momento en el que se produjo la presunta agresión sexual y asegura que vio cámaras que grabaron todo:
‘’Cuando estaba en la habitación con Cándido, mientras hablábamos en la cama tumbados me percaté de que había una cámara pequeña escondida en la parte superior del cabecero de la cama entre las luces de color rojo’’.