Raz Ben Ami y Ohad Ben Ami, de 57 y 54 años, fueron secuestrados en el salvaje asalto llevado a cabo por Hamás en el que más de cien civiles fueron asesinados brutalmente. ‘En boca de todos’ ha entrevistado en directo a Roberto y Yulie, el yerno y la hija de los secuestrados.
Yulie explica todo lo que sabe de sus padres en estos momentos: ‘’En la foto está en Gaza, la foto de mi mamá está detrás de la casa de mis papás y es todo lo que sabemos de ellos. Mi papá aparentemente está en Gaza y de mi madre no sabemos. Mi mamá está enferma, nos aben muy bien qué es y necesita sus medicinas’’.
Roberto ha contado todo lo que vivió cuando vivían el quibut: ‘’Tuve que ver muchas cosas por la ventana. A las seis de la mañana empezaron los bombardeos, tan pronto como se acerca una bomba, suena una alarma. Sonaba en todos lados, es raro que caiga una alarma o varias y sabíamos que algo no estaba bien. Tiempo después recibimos una alerta de que había una infiltración y recibimos una fotografía con el papá de mi novia secuestrado en Gaza y a partir de ahí comenzaron los ataques más fuertes. Puse a mi novia y a mi perro en el búnker y vigilé desde la cocina’’.
Nacho Abad ha querido saber qué es lo que vio Roberto en esos momentos: ‘’Entraron muchas motocicletas, metían cosas, cajas, armas, no solo de fuego, palos, herramientas de campo. Sacaban gente en motocicleta, niños, personas mayores, quemaban las casas. Escuché muchos tiros de armas de fuego, había mucho humo, olor a quemado. Yo no me di cuenta en qué punto cayó la noche del humo que había’’.
Visiblemente afectada, Yulie explica que cuando el ejército fue a sacarlos, los milicianos de Hamás continuaban disparando para intentar matarlos. Por su parte Roberto, ha explicado que los soldados hicieron un círculo alrededor de ellos y que así consiguieron escapar.
‘’Niños, adultos, perros, gatos, todo, mataron todo lo que encontraron a su paso sin importar nada’’, confirma Roberto muy afectado. ‘’Vimos coches con fuego, casas, ya no tenemos casa. Vimos cuerpos, fue una situación que nunca imaginé vivir y más con la angustia de mis papás ahí. Es una experiencia horrible’’, continúa Yulie.
Roberto y Yulie han explicado que no pararon de escuchar gritos de auxilio de niños y adultos, pero afirman que lo que más escucharon fueron ‘’gritos en árabe’’.