Día a día se conocen más detalles sobre lo que pasó esa mañana fatídica del pasado 12 de octubre en la estación de Santa Justa. Álvaro Prieto, un joven de tan solo 18 años fallecía electrocutado.
Hoy, desde ‘En boca de todos’, conocemos más detalles de sus últimas horas hasta su fallecimiento. El revisor y una de las azafatas del tren en el que se coló en un primer momento, nos relatan lo que ocurrió en esas últimas horas.
“Llegó hasta la zona del muelle, alejada del corazón de Santa Justa, después de ser expulsado del tren por no tener billete. Vi como salía de la oficina de los supervisores y se metía en los vestuarios de logística”, comentaba el revisor. Este señor también afirma que se acera a él y le pregunta qué hace por esa zona, Álvaro le responde: “Un pasajero que está buscando el acceso a los andenes”. El revisor al ver que iba por un camino equivocado, le indica la ruta correcta para volver a la estación.
Este testimonio nos muestra, que Álvaro recorrió un largo recorrido entre vías, andenes y túneles, hasta terminar en los talleres, donde se produce el fatal accidente. Anteriormente, sobre las 8:55 de la mañana, Álvaro Prieto se cuela en un tren Sevilla- Barcelona, que paraba en Córdoba. Una azafata de ese mismo tren relataba: “Dos o tres minutos antes de salir el tren, los vigilantes de seguridad vinieron buscando a alguien que había estado saltando por las vías y había accedido a nuestro tren”.
El joven hizo largo recorrido desesperado, que finaliza en la zona de talleres, donde las cámaras de seguridad localizaron a Álvaro por última vez. Las imágenes de estas cámaras no fueron revisadas por los investigadores en un primer momento, porque se centraron en el visionado de unas 60 horas de grabaciones de las cámaras de los alrededores de la estación de Santa Justa.
Según indica Nacho Abad, una vez encontrado el cadáver, la persona que atendió a Álvaro, concluye sus vacaciones y decide realizar una declaración. El programa ha tenido acceso, en exclusiva, a las palabras del testigo.