Un menor de 17 años tuvo que ser ingresado en el hospital Virgen Macarena de Sevilla tras recibir dos puñetazos en la cara y una patada en la cabeza que lo dejó inconsciente al final de un partido de fútbol en Villaverde del Río (Sevilla), por parte, presuntamente, de otro jugador del equipo contrario.
Los hechos se produjeron el pasado sábado al final del encuentro de juveniles entre el Juventud Deportiva Bormujos y la Unión Deportiva Villaverde, equipo local, cuando el menor se dirigía al vestuario y sufrió la citada agresión que lo dejó inconsciente en el suelo.
'En boca de todos' ha podido hablar con su madre, que nos ha contado cómo se encuentra el joven: "Se está recuperando, pero todavía tiene mareos. Lo que más nos problema son los posibles problemas de audición porque todavía no escucha bien y no sabemos si se recuperará o será una secuela", nos ha explicado.
"Mi hijo podía estar muerto", recalca la madre del futbolista agredido que asegura que se encontraron a su hijo "inconsciente y con los ojos en blanco". Además, afirma que el partido acababa de terminar y que el árbitro, a pesar de estar presente, no lo dejó reflejado en el acta.
El equipo del menor agredido ha emitido un comunicado en el que califica de "incomprensible que esto siga sucediendo", que "unos chavales de 16-17 años tengan que ver este tipo de actos", y critica que "el árbitro del encuentro se vaya sin dejar nada reflejado en el acta y sin ni siquiera interesarse por lo ocurrido en ese momento".