Elisabeth y Francisco Javier son los padres de un niño que nació en el mes de mayo de 2015 con secuelas irreversibles por una actuación negligente durante el parto y así lo ha dictaminado la Audiencia Provincial de Madrid.
La familia será indemnizada con seis millones de euros por una negligencia que tuvo lugar durante el parto. Tal y como hemos podido saber, a ella la ingresaron en el Hospital Nuevo Belén de Madrid para practicarle una cesárea de urgencia.
Sin embargo, no había médico, por lo que no se la pudieron hacer a tiempo. El doctor llegó tarde al quirófano y, para excusarse, explicó que llegaba directamente de un cumpleaños: “Me dijo que qué poca vergüenza ponerme de parto a esas horas, que se había tenido que ir sin ver soplar las velas a su hijo”, explica la madre.
Hasta el momento del nacimiento, el feto no presentaba ningún problema y el no haber realizado la cesárea a tiempo pudo ser la causa de todas las secuelas irreversibles que presenta ahora el pequeño: “Hasta ese momento todo había ido sin ningún problema ni complicación”, asegura Elisabeth.
De aquella intervención, quedaron secuelas como parálisis cerebral, retraso madurativo y epilepsia. Aun así, Elisabeth asegura: “Es un niño feliz, alegre… Es lo que queremos, que sea feliz y poder darle las terapias que necesita”, asegura.