Una secta que operaba bajo el nombre de ‘La familia del alma’ en Castellón ha sido desarticulada. Al parecer, sus modus operandi era anular a sus integrantes con sustancias estupefacientes y, también, se producían abusos sexuales.
La Guardia Civil la ha apodado como ‘La secta destructiva’, ya que se dedicaba a captar a jóvenes de menos de 20 años con estabilidad emocional débil. Todos los integrantes de esta ‘familia’ eran dirigidos por La Maestra, su marido y otro miembro de la cúpula, los cuales fueron detenidos y ya han sido puestos en libertad tras prestar declaración.
En la casa en la que operaban había más de cien jóvenes captados, a los que aislaban, les proporcionaban drogas que afectaban a su voluntad y, además, a esos ‘fieles’ se les pedía que pagaran elevadas cuantías de dinero al mes para pertenecer a la secta. Es más, a algunos se les llegaba a pedir 10.000 euros para incluirlos en el círculo cercano de la líder. Si no lo pegaban, eran repudiados.
En ‘En boca de todos’ hemos podido hablar con uno de los vecinos de ‘La familia del alma’, que ha contado lo que llegó a escuchar en más de una ocasión: “Se oían gritos con mucha intensidad. Había una maestra que gritaba ‘Sácalo todo’. Insistía mucho en que expulsaran de su cuerpo todo lo negativo que llevaban”, declaraba.
Quien también nos ha dado algunos detalles del funcionamiento de esta secta ha sido Juantxo Domínguez, portavoz de las víctimas de ‘La familia del alma’: “Llevaban 18 años operando (..) Les captaban del ‘tú a tú”.
“Se aprovechaban de ellos económicamente. Hay gente que ha dejado grandes pufos. Hacían terapias online”, declaraba el portavoz, quien ha añadido que ninguno de ellos era profesional de la psicología y por lo tanto “usaban los secretos como arma arrojadiza”.