Guerra familiar por una herencia: los hijos del fallecido denuncian que su madrastra realquila un piso a okupas

  • Pilar ha hablado en 'En boca de todos' de la guerra familiar que mantiene con su madrastra

  • El padre de Pilar decidió casarse con la mujer con la cuidaba y los problemas comenzaron al morir él

  • Pilar está desesperada porque no consigue hablar con la madrastra

Pilar ha hablado en ‘En boca de todos’ de la guerra familiar que su hermano y ella mantienen con su madrastra, una mujer que se encargó de los cuidados de su padre cuando él era anciano y que terminó casándose con él.

El piso en el que vivían la cuidadora y el padre de Pilar era propiedad de los hijos del anciano, ya que él lo había puesto a su nombre, sin embargo, al morir este, la madrastra empezó a negarse a devolverles la vivienda si estos no le pagaban 25.000 euros.

Desde entonces, en ese piso donde residían el padre y la madrastra de Pilar, viven ahora okupas a los que nadie conoce y, por si fuera poco, de la gestión de esa casa se encargarían los sobrinos de la que fuera mujer del padre.

La sentencia judicial dice que la casa es de los hijos del anciano y ellos están desesperados porque no consiguen recuperar la vivienda. Nosotros en ‘En boca de todos’ hemos hablado con Pilar, que nos ha contado cómo está viviendo este infierno.

En nuestro programa, nos ha comentado que no consiguen ponerse en contacto con su madrastra para poder recuperar el piso: “Ella está desaparecida. Ha dejado unos poderes en manos de sus hijos, que son los que manejan a los okupas que están dentro”, declaraba.

“En vida, la mujer no cuidaba mal a mi padre, pero es cierto que de esa casa desaparecía ropa y comida que yo le llevaba (..) Yo tenía un confianza total con mi padre y el que no me dijera que se iba a casar con su cuidadora me hizo sospechar (..) Me enteré a los cuatro meses de que se habían casado”.

“De la cuenta de mi padre no quedó nada de dinero. Además, a seis meses de fallecer, lo llevaron al Monte de Piedad y empeñaron un reloj de oro y un sello que tenía. Mi padre se quedó sin nada”, declaraba Pilar.