Este lunes se está celebrando en Málaga uno de los juicios más surrealistas de los últimos tiempos y en el que piden hasta un año de prisión a un hombre británico por entrara casa de una mujer para hacer sus necesidades, ducharse y cambiarse de ropa.
Tal y como ha explicado el mismo acusado en los juzgados, “había bebido entre diez y doce vinos. Necesitaba entrar inmediatamente al baño”. De repente, se separó de sus amigos y le empezaron a dar pinchazos en el estómago. Era tal el dolor, que aprovechó que vio a una mujer que había por la calle para pedirle que le dejara entrar en su casa.
Por los gestos que ella hizo con las manos, él pensó que la mujer le estaba dejando entrar en casa. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, ella no le dio permiso, ya que no estaba entendiendo nada de lo que le decía el británico porque no hablaban el mismo idioma.
Al ver que el hombre entró en su casa sin su permiso, ella salió a la calle para avisar a la policía. El detenido asegura que no quiso colarse en la casa, sino que entendió que la mujer le había dado permiso: “Jamás me he sentido tan avergonzado”, explicaba él.
Al parecer, el hombre tenía una necesidad imperiosa de ir al baño y eran tal las ganas que no logró llegar al baño a tiempo, dejando completamente manchado todo el salón y las escaleras. Una situación que dejó en shock a la vecina, que ha necesitado asistencia psicológica.
Cecilio Sánchez, abogado del acusado, asegura que todo fue un malentendido por el problema de idioma y que él “pensaba que estaba entrando con el consentimiento de la propietaria”: “Intentó limpiarlo todo como pudo”, decía, sobre el ‘apretón’ que no pudo contener y que manchó gran parte de la casa.
El juicio se está celebrando este lunes y será un jurado popular el que tenga la última palabra. Tal y como ha contado el abogado del acusado, “la propietaria no acusa. No hay acusación particular (..) No hay una responsabilidad penal, pero sí civil”.