La confesión de Raúl Díaz llegó en la primera sesión del juicio por la muerte de Romina Celeste, cuyo asesinato se produjo hace cuatro años. En el segundo día del juicio, Miriam Rodríguez, madre de la víctima, hacía un llamamiento para saber dónde fue enterrada Romina.
Tras la confesión, Romina se convirtió en la primera víctima de violencia de género del año 2019. Miriam se ha encontrado con el asesino confeso de su hija en la segunda sesión del juicio, nos decía que ha sentido una "rabia y desesperación inmensas" porque no le ha dicho dónde está Romina.
"Siempre dije que la asesinó, me mantuve en eso siempre, no porque haya confesado", decía Miriam ante las cámaras, que añadía sobre la condena: "15, 20 años, no me trae a mi hija, no la volveré a ver ni a escuchar".
Justo antes de entrar a la sesión, Miriam nos explicaba que siente "un dolor que no se puede explicar" y hacía su petición: "Que me diga dónde están los restos de mi hija, no el pequeño pulmón que voy a llevar, que diga donde está lo que me falta. No creo que haya tirado todo al mar, que se toque el corazón y que digan dónde esta para poder llevármelos".