'En boca de todos' ha tenido acceso en exclusiva a los audios que la manada de Castelldefels intercambiaban después de cada una de sus presuntas agresiones sexuales.
"Desde cuando una tía es solo para uno" o "la chica va muy borracha, se aproxima trío", estos son algunos de los mensajes que los investigadores pudieron leer en el grupo de WhatsApp de los cinco hombres acusados de actuar de forma organizada en Castelldefels.
Los audios y los mensajes de los cinco hombres condenados por violar en grupo de al menos dos mujeres con el mismo 'modus operandi' en un piso de Castelldefels fueron clave para decretar sobre ellos la prisión provisional. Los Mossos comenzaron a investigarles tras la denuncia de dos mujeres que, tras quedar con uno de ellos a través de apps de citas, acabaron sufriendo violaciones.
Los hombres, de entre 30 y 40 años, presumían de sus hazañas a través de un grupo de WhatsApp que fue intervenido por los investigadores. En él, se podían leer mensajes como "desde cuando una tía es solo para uno" o "la chica va muy borracha, se aproxima trío".
En ellos, incluso se puede leer cómo reconocen que la mujer se encontraba indispuesta de manifestar cualquier tipo de intención sexual por su estado de embriaguez: "La pava iba súper borrachísima que hubo un momento, tío, que flipé... justo antes de llegar al dormitorio la pava se cayó al suelo, tío, que recuerdo que la tuve que ayudar a levantarse y todo".
Cuando comienzan a ser investigados por la policía, pasaron de estar orgullosos y de presumir de lo que les han hecho a las víctimas a estar asustados: "Esto no es ninguna broma, que me han metido en un p... despacho y me han tenido ahí con un montón de gente y me han puesto la cabeza como un bombo. Y vais a ir todos. Vais a pasar todos
Alicia (nombre ficticio) es la primera mujer que denunció una agresión sexual múltiple a manos de La Manada de Castelldefels. A partir de su testimonio, otras dos mujeres se han animado a denunciar hechos similares y se sospecha que puede haber más víctimas. También gracias a ella la policía encontró el chat grupal en el que los presuntos violadores comentaban lo ocurrido y subían vídeos grabados sin consentimiento de las mujeres.
“Poner la denuncia fue muy complicado, siempre vas con miedo a que te juzguen por ser mujer. (…) Yo no quería, me convenció mi pareja”, comenzó contando Alicia.
Ella conoció a uno de los presuntos agresores a través de las redes sociales y quedó con él y otro amigo para hacer un trío. “No lo vi mal. Estuvimos charlando, lo hicimos y ese mismo día hubo una grabación. Me lo enseñaron días después, les dije que lo borraran, pero una vez que envías un vídeo a un grupo queda en la nube”.