La familia de los primos de Carabanchel Ángel y Fernando, cuyos cuerpos se han encontrado en el vertedero de Toledo, no cree que su muerte haya sido accidental, como apunta la investigación. Por eso, han contratado a un detective privado, Carlos García, para que busque nuevos indicios. ‘En boca de todos’ ha hablado con él en directo.
“Queremos encontrar una solución porque parece que no es lógico. Se ha basado toda la investigación en un accidente, no entendemos entonces por qué hay investigación ni se ha precintado un piso. De hecho se ha llamado a personas a testificar”, ha explicado el detective.
Carlos García también ha hablado en el programa del testimonio de un testigo protegido y de audios que deben cotejarse, pero que pueden aportar nuevos datos. “Hay personas que han querido hablar. Son personas que han visto que pintaban el piso [la familia de Toledo, a la que pertenece la expareja de Fernando]. Supuestamente han escuchado hablar a los vecinos y hay una serie de audios (…) que supuestamente incriminan a los vecinos de ese bloque”.
De momento hay secreto de sumario, por lo que hay muchos datos de la investigación que no han trascendido. Por lo que se sabe, no se ha encontrado ninguna evidencia física ni digital que ubicase a los dos primos en la casa de Toledo, según ha confirmado el detective. Aun así, sigue buscando indicios que apoyen o descarten la tesis de la familia, que está convencida de que la muerte de los dos primos no fue accidental.
La familia de los dos primos de Carabanchel está convencida de que sus muertes no fueron por asfixia mecánica. "El que lo ha hecho, que lo pague", dijo el padre del pequeño Ángel, de 11 años, en el programa.