La Policía Nacional ha encontrado en el vertedero de Toledo restos humanos que podrían pertenecer a Ángel, el menor de 11 años que desapareció junto a su primo Fernando el pasado 10 de diciembre. En este mismo lugar se encontró el cuerpo de Fernando el pasado 15 de diciembre.
La tesis inicial de la policía es que los dos chicos se fueron por voluntad propia a Toledo para ver a la novia (o exnovia) de Fernando. Las cámaras de la estación de autobús les graban bajando y con apariencia de estar perdidos.
Según la hipótesis policial, los dos primos no saben cómo pasar la noche y se habrían guarecido dentro de un contenedor de basura. Allí padecerían una asfixia mecánica por algún tipo de sustancia que habría hecho que perdieran la conciencia. Por tanto se trataría de una muerte accidental, no violenta. Pero esta hipótesis todavía debe confirmarse.
El 15 de diciembre se halló un cuerpo sin vida en el centro de residuos de Toledo y días más tarde se confirmó que era Fernando, cuyo cuerpo no presentaba signos de violencia y habría muerto de manera natural por asfixia.