La última vez que vieron a Fernando y Ángel, los primos de Carabanchel, fue aquel sábado 10 de diciembre sobre las 16:00 horas tras salir del Hiper Usera, localizado en la calle General Ricardos. Tras la desaparición, la Policía Nacional inició una intensa búsqueda por los distritos madrileños de Villa de Vallecas, Usera y alrededores. Al mismo tiempo, la familia comenzó a repartir numerosos carteles con el rostro de los desaparecidos y con un número de teléfono de contacto en busca de ayuda. Además, la familia asegura que los niños no salieron por su propia voluntad del supermercado, aunque las imágenes de seguridad muestran lo contrario.
La policía ha determinado mediante las huellas dactilares y las pruebas de ADN que el cuerpo sin vida que han encontrado en el vertedero de Toledo se trata de Fernando. El cuerpo ha sido hallado íntegro. La familia se ha derrumbado en directo cuando han recibido la noticia. La madre, que está embarazada de siete meses, ha sufrido un ataque de ansiedad. El informe de la autopsia determina que se trata de una muerte natural por asfixia. Esto significa que no hay intervención de terceras personas.
Una de las teorías que se está barajando por parte de la investigación es que los primos tuviesen una fuga voluntaria, ya que las últimas imágenes que se tienen de los menores son en una estación de autobuses de Toledo, la misma noche de su desaparición.
Ahora, se investiga si el joven tendría alguna relación con Toledo, ciudad donde se ha encontrado el cuerpo. La familia asegura que no tiene allegados en la ciudad y que la única coincidencia que existe sería de la novia de Fernando. "Él tenía allí una novia", ha desvelado el padre del joven. Además, el padre de Fernando ha podido hablar con la joven y le ha asegurado que "allí no está" y que "no sabe nada de él". Los investigadores consideran que los dos menores se desplazaron desde Madrid hasta Toledo con el objetivo de ver a la novia de Fernando.
Ahora, toda la investigación se ha volcado en encontrar al otro menor, que sigue desaparecido. La policía ha decidido vaciar toda la fosa del vertedero porque sospecha que el otro menor, Ángel, de doce años, podría haber muerto de la misma manera que su primo.