Sin mediar palabra y sin motivos previos, así fue la patada en la cabeza que acabó con la vida de Adrián en la Nochevieja del año 2015.
El asesino de Adrián se enteró un año después de que había matado a una persona y lo hizo mientras leía una noticia en el periódico que hablaba de ellos. En ese momento se lo cuenta a su padre y entre los dos deciden que hay que confesar.
Además de confesar su culpabilidad en el crimen, el asesino de Adrián envía una carta a la familia del joven a la que 'En boca de todos' ha tenido acceso.
"No tengo ni la menor idea de cómo empezar una carta así. Soy incapaz, por mucho que lo intente, de imaginarme el infierno por el que están pasando. Adrián tenía toda la vida por delante y por mi culpa ha acabado antes de tiempo. Acepto voluntariamente las consecuencias de mis actos y el peso de la justicia. Quiero transmitirles mi profundo y sincero arrepentimiento", dice en su carta.