"Un rato con una dama de compañía". Con estas palabras se anunciaba el premio de un sorteo en el que participaban 70 miembros del Ejército español de Tierra del cuartel de Bruc, en Barcelona, a través de un chat de WhatsApp.
La Fiscalía ya lo está investigando, pero con los datos que se tienen hasta ahora, los implicados en el bochornoso chat de militares no podrían ser enjuiciados por procedimientos militares ya que la chica de la que hablan en este grupo, una de las partes implicadas, no pertenece al Ejército, motivo por el que se procedería a juzgar el caso mediante el código penal ordinario.
En el caso de confirmarse que se trata de un chat privado, el asunto se complicaría para la acusación, y es que si la mujer no denuncia a los militares, la Fiscalía tendría un difícil recorrido por delante.
Una de las piezas clave del caso es la fotografía de la mujer que se colgó en la cantina del cuartel, ya que de confirmarse su veracidad, sí que atentaría contra las reales ordenanzas de las fuerzas armadas que se traduciría en un castigo disciplinar por falta grave.